La pintora belga Anna Vandeputte
Anna Vandeputte estudió Bellas Artes en la Real Academia de Roeselare, Belgica, donde obtuvo la medalla de oro. Bajo la dirección de Jan Van Puyenbroek y de Emiel Devos se especializó en retratos y bodegones. Forma parte del circulo artistico en 1952 de Roeselare junto con pintores tan famosos como Jozef Seaux, Emiel Devos, Gerrard Desmet, Marcel Verbeke, Jeroon De Coninck, Domien Cracco y Albert verburgh. Expuso en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias en el Puerto de la Cruz en 1960, 1976 y 1977. Mostró su obra al público en Bruselas, Brujas, Ostende, Roulers, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria y Sevilla.
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Después de realizar viajes por Suiza, Italia, Dinamarca, Túnez, Senegal, Guinea y España, se estableció a finales de los años cincuenta en Tenerife.

Anna Vandeputte
Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Roeselare, donde recibió medalla con sobresaliente. Pintó con uno de los mejores artistas y profesores de la Academia de Amberes durante varios años.
Hizo viajes de estudios a Australia, Dinamarca, Alemania, Túnez, Senegal, Guinea Francesa, Ibiza y Tenerife, donde fijó su residencia.
Estudió en la Academia de Sevilla, donde aprenió la técnica de las primitivos flamencos; pintar sobre tabla al temple y óleo.
Retrató a la Reina Sofía y al príncipe Felipe.
Su obra está repartida principalmente en colecciones privadas y Centros de: Bélgica, España, Holanda, Suiza, Francia, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega, U.S.A. (Rock feller Center - Nueva York), Guinea Francesa, Senegal, Inglaterra, Alemania y Austria.
París. Las obras son de una gran belleza artística y de un inttimo valor estético.
Anna Vandeputte es una clásica, una recuperadora y mantene-dora de la gran pintura del pasado. Hace pintura altamente emocional, responde a sensaciones y vibraciones marcados por un acento suavemente poético. Pintura de entrega vivencia' que alcanza cualidades sorprendentes.
La plástica de la artista, resultado de sabia combinación de resinas con temple y óleo, destaca de su cromatismo, que revela un profundo afán por causar en el espectador un efecto armónico, sabio y refinado.
Algunas obras son dignas de un buen museo.
Los retratos de forma realista sin perder de vista nunca la composición ni la armonía, fórmulas bien adquiridas desde su formación académica. Logra captar en los rostros no solo los rasgos físicos, sino que penetra en el interior para extraer imágenes que expresan bien reflexión, ausencia o ensimis-mamiento. Rostros vivos.
Los Óleos
Las obras de Anna Vandeputte, se encuentran repartidas por todo el mundo, entre ellos:
- El Rockefeller Center en Nueva York
- El Cabildo del Hierro
- Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
- Villa Salome Zulte
- Gementehuis Roesalare